lunes, 3 de abril de 2000

Mandar obedeciendo

"Hemos de juramentarnos para no ser
nunca más cómplices de Calígula cuando
quiera nombrar procónsul a su caballo".
(M. Vázquez Montalbán. Panfleto desde el planeta de los simios).

Viene este título, a cuento, de una reflexión sobre el ejercicio del cargo público, desde una filosofía de Izquierdas en el año 2000, aquí y ahora, y con una crisis tremenda de estas ideas.

"Mandar obedeciendo", es un concepto nuevo que leí hace poco, está concebido en una realidad política distinta a la nuestra. Pero, sin duda, causa impresión, y además incita a la reflexión.

Habitualmente, utilizamos el concepto "gobernar", en vez de"mandar", pero mucha gente a los que tienen cargos públicos le dicen "los que mandan".

"Mandar obedeciendo" responde, desde mi punto de vista, a una nueva relación entre gobernantes - gobernados. El problema se plantea cuando quien gobierna se pregunta ¿a quien obedece? ¿a su partido?,¿a sus votantes?, ¿a los poderes fácticos?.

En un artículo anterior, decía, que teníamos que lograr una"sociedad civil articulada", refiriéndome a que los ciudadanos organizados en entidades, asociaciones, etc..., pueden ser los motores de la participación ciudadana o dicho de otra manera, controlen o vigilen desde lo civil lo público, y no como el neoliberalismo exalta a la sociedad civil para cargarse al Estado.

Es bueno que los cargos públicos con responsabilidad nos planteemos ciertas dudas, de otro modo nos acostumbraríamos a la "seguridad acústica", es decir oír lo que se quiere oír, la ratificación del propio criterio, y desde la Izquierda tenemos que construir otra forma de hacer política. No es bueno buscar seguidores, sino interlocutores porque tenemos que saber que nuestro proyecto político, lo que queremos construir, no lo podemos hacer solos.

En definitiva, es necesario que exista una sociedad civil crítica en nuestro pueblo para que se de una transformación social importante,y seamos los que ejercemos actualmente una función pública los ejecutores del cambio.

Por eso, me comprometo e invito a mis compañeros a ser la "conciencia exterior" que movilice y busque nuevos canales de participación.

Sin olvidar, aquello que decía Antonio Machado ("Juan de Mairena") "Procurad, sin embargo, los que vais para políticos, que vuestra máscara, sea, en lo posible, obra vuestra, haceosla vosotros mismos, para evitar que os la pongan - que os la impongan - vuestros enemigos o vuestros correligionarios; y no la hagáis tan rígida, tan imporosa e impermeable que os sofoque el rostro, porque más tarde o más temprano, hay que dar la cara".