lunes, 4 de octubre de 2004

25 años de ayuntamientos democráticos

Este año celebramos el 25 aniversario de la constitución de los Ayuntamientos democráticos. Desde 1979 hasta ahora, los Ayun­tamientos han jugado un papel importantísimo en la construcción de la democracia, del estado de las Autonomías, del desarrollo económico, de los servicios sociales, de la cultura, de la participación ciudadana, etc... En definitiva, han sido fundamentales en la mejora de la calidad de vida de todos los ciudadanos.

Es el momento, después de 25 años, de hacer una reflexión sobre la situación de las Corporaciones Locales y del poder que estas repre­sentan dentro del conjunto del Estado. La Constitución establece y garantiza en sus Artículos 137, 140 y 142 la autonomía local y finan­ciera de los entes locales, sin embargo en la práctica esto no se ha cum­plido. La vieja aspiración del municipalismo articulada en torno al Pacto Local esta bloqueada. Tanto el Gobierno Central como el Andaluz han incumplido sus promesas con respecto al Pacto Local. Una muestra de ello, es que en el Debate de la Comunidad del 12 de Julio de 1995 el Presidente Chaves señaló como objetivo: "La culmina­ción del Pacto Local Andaluz en el contexto de un Pacto Local de Estado".

La realidad nos dice que los Ayuntamientos por necesidad han asumido competencias que les corresponden legalmente a la Junta de Andalucía o al Estado. Y la han asumido por la negligencia, dejadez y lejanía de otras Administraciones, además de las demandas ciudadanas a la institución mas cercana, así ha ocurrido en cultura, educación, des­arrollo económico, salud, servicios sociales, etc..Lo real se ha impues­to al reparto de poderes y a las leyes.

La evidencia es que en España mientras la administración cen­tral representa el 53,5% del gasto del sector público, las comunidades autónomas suponen el 33,4% del gasto público consolidado, los ayun­tamientos representan el 13%, cifra igual a la de 1988, mientras que la media de la Unión Europea se sitúa por encima del 20%. Así, mientras el gasto local anual por habitante es en España de 740 euros, en Holanda, Italia, Reino Unido, Austria, Francia o Irlanda, se sitúa por encima de los 2000 euros.

Los Ayuntamientos actuales se enfrentan a nuevas realidades: globalización capitalista, revolución tecnológica y de la información, hábitos de consumo desorbitados, etc... Aun no hemos resuelto los vie­jos problemas conocidos, y ya nos enfrentamos a nuevas situaciones mucho más complejas y cambiantes. Y siempre, con la espada de Damocles, de atender lo urgente pero no poder hacer lo necesario.

Son muchos los nuevos retos de los Ayuntamientos para este nuevo Siglo, entre ellos la construcción de ciudades multiculturales, ciudades y pueblos con proyectos, con planificación democrática,con planes estratégicos, con sentido social y cultural, ciudades con derecho a la innovación política (participación ciudadana) y socialicen las nue­vas tecnologías de la comunicación, ciudades sostenibles, no por moda sino por necesidad, etc... Pero para avanzar en la prestación de nuevos y mejores servicios es necesario el desarrollo de Autonomía Local y un nuevo modelo de financiación con competencias pero con mas recur­sos.

Los Ayuntamientos son un poder del estado, pero un poder dis­gregado en numerosos municipios. Escribía Orwell en su 1984, de manera lúcida "Hasta que no tengan conciencia de su fuerza, no se rebelarán, y hasta después de haberse rebelado, no serán conscientes. Este es el problema." La FEMP y la FAMP asociaciones que agrupan a los municipios españoles y andaluces, dominadas por los partidos mayoritarios actuando con un falso consenso, no han logrado avanzar en el ansiado Pacto Local. Si en breve espacio de tiempo no se consi­gue las reivindicaciones municipalistas, estas Federaciones de Municipios se convertirán en un museo de esfuerzos inútiles.

Los municipalistas de Izquierdas vamos a seguir luchando, con el optimismo del corazón, como bien decía Diamantino García "No hay causas perdidas, hay causas difíciles, pero como son tan justas algún día las ganaremos".

martes, 6 de julio de 2004

La responsabilidad compartida

"No hay lucha ni esperanzas solitarias".
(Pablo Neruda)

Como bien se sabe, los diferentes cargos públicos somos elegi­dos por los ciudadanos/as en las distintas elecciones que se celebran. Pero, también es cierto y conocido, que todos pertenecemos a grupos políticos diversos y con ideologías diferenciadas, pues los partidos o formaciones políticas son el instrumento fundamental, con los que nos hemos dotado, para la participación política. Así lo recoge nuestra constitución en su artículo 6 y además, es norma habitual en cualquier democracia.

De todos es conocido el grupo político al que pertenezco y con cuyas siglas me he presentado a las elecciones municipales y he sido elegido Alcalde. Aunque es cierto que en unas elecciones locales, sobre todo en ciudades medianas y pequeñas, se atenúe el voto ideológico y se consideren más las personas, su trayectoria, su comportamiento, sus relaciones con lo vecinos, etc... También es verdad, que cada uno es como es porque tiene una ideología y pertenece a un grupo político. Y que aquel que no es fiel a sus ideas no puede serlo a su pueblo. Yo soy yo y actúo como actúo, en las funciones de Alcalde, porque tengo una ideología determinada y pertenezco a un grupo político concreto.

Mis compañeros de la provincia han decidido nombrarme Coordinador Provincial, responsabilidad que asumo con el ánimo de que mi fuerza política se acerque más a los ciudadanos, sea un instru­mento útil para solucionar los problemas que tenemos en nuestra provincia, etc... Pero, esto no va a influir en que siga trabajando por Conil día a día, con entusiasmo, pensando que mi primer y principal compro­miso es con el Pueblo de Conil. Más bonito que yo lo expresa Pablo Neruda, poeta comprometido, que decía: "Yo escogí el difícil camino de una responsabilidad compartida y antes de reiterar la adoración hacia el individuo como sol central del sistema, preferiría entregar con humildad mi servicio a un considerable ejército que a trechos puede equivocarse, pero camina sin descanso y avanza cada día enfrentándo­se tanto a los anacrónicos recalcitrantes como a los infatuados impa­cientes".

martes, 20 de abril de 2004

Lo público es de todos

"Esa es la raíz y la sal de la libertad: el Municipio."
(José Martí)

De los acuerdos más importantes que pueda adoptar una Corporación Municipal, es el Presupuesto Anual. En él necesariamen­te, se recogen las intenciones políticas de la mayoría de la Corporación plasmadas en euros para la ejecución de obras de inversión, de funcio­namiento y mejora de los Servicios, Patronatos y Empresas Municipales, etc. En definitiva, se recogen en el Presupuesto los ingre­sos y gastos que se presuponen van a existir durante el año.

Hace poco hemos aprobado el Presupuesto Municipal para este año, el primero de esta legislatura que supone un aumento considerable en partidas de gastos destinadas a Inversiones necesarias, a Vivienda, e Infraestructuras, a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, etc.

Más que hablar del presupuesto en sí, quisiera comentar algún aspecto relacionado con él. Las necesidades y problemas de una ciudad tienen que tener reflejo en las diferentes partidas presupuestarias, pero a veces, no ocurre así, porque las inversiones totales o parcialmente las realizan otras administraciones, por lo que se subvenciona al Ayunta­miento o realiza la obra o servicio directamente esa otra administra­ción.

En algunas ocasiones, estas actuaciones de otras administracio­nes se quiere instrumentalizar políticamente, por los adeptos de los par­tidos gobernantes en Diputación, en la Junta de Andalucía o en la Administración Central, dando a entender que el dinero es "suyo" y se les tiene que estar agradecidos de por vida por estas actuaciones.

A esta cuestión hay que hacerle las siguientes matizaciones:

Si se invierte en un municipio es porque existe una necesidad y legalmente se tiene la obligación de hacerlo porque es competencia de esa administración o porque se esta obligado a colaborar con los muni­cipios menores de 20.000 habitantes. Por otro lado, el dinero no es de ningún partido o administración, sino de todos los ciudadanos y se administra por los organismos competentes. Por lo tanto, nadie puede hacer uso partidista del dinero público.

Hoy en día, los Ayuntamientos no tenemos ni debemos mendi­gar subvenciones o actuaciones a otras administraciones, sino exigir, solicitar pedir en función de las necesidades, problemas y competen­cias de cada uno. Así como tener una visión clara de futuro, planificar las actuaciones, preparar proyectos con antelación y gestionar los dere­chos que le corresponden, buscando la cooperación con el resto de las administraciones, como bien recoge nuestra constitución y cualquier principio democrático.

sábado, 3 de enero de 2004

La memoria prohibida

"Cuando se ha visto la sangre, en la soledad no hay río
del olvido." (Rafael Alberti)


Hace poco, el Pleno Municipal acordó establecer una serie de medidas para la recuperación de la memoria histórica y el reconoci­miento institucional y social de las personas desaparecidas durante la Guerra Civil Española en Conil. En nuestro pueblo al parecer 11 perso­nas fueron ejecutadas o asesinadas sin juicio y hechas desaparecer, ocultando sus cuerpos posteriormente en fosas excavadas durante la noche. Con alevosía y nocturnidad pretendían borrar el recuerdo de lo sucedido y la memoria de las personas, para implantar un régimen de miedo y terror. En España 68 años después del Golpe de Estado de Franco y guerra civil provocada por éste, entre cuarenta o cincuenta mil personas siguen enterradas en fosas comunes, sin localizar. En el mes de Diciembre, celebramos también el 25 aniversario de nuestra Cons­titución, y por lo tanto de democracia y libertad. ¿ Porqué después de tantos años hemos acordado recuperar nuestra memoria histórica?. En consonancia con distintas asociaciones e instituciones, creo que por dos razones fundamentales:

La primera para reparar el sufrimiento, el miedo y la incompren­sión de los familiares de las victimas. Durante muchos años de dicta­dura e incluso con democracia, este ha sido un tema tabú, una memo­ria prohibida. Los familiares han sentido el miedo y por lo tanto el silencio impuesto, para poder reclamar los restos de los familiares para rehabilitarlos como personas, dándoles un trato digno y respetuoso.

La segunda para recuperar nuestra memoria, es necesario que este retazo de la historia de nuestro país y de nuestro pueblo sea cono­cido por las generaciones presentes y futuras, sin miedos, sin tapujos, con la más absoluta libertad, para que nunca repitamos los errores del pasado y cerremos esta herida abierta, pendiente de cerrar durante toda la transición democrática.

Decía Shakespeare, que "la memoria es la centinela del cerebro", nos alerta de los peligros, por eso es importante que conozcamos nues­tro pasado tal como verdaderamente ha sido, pero debemos adueñarnos de los recuerdos tal y como pueden relumbrarse en el instante de cual­quier peligro contra la democracia y los derechos humanos.

Después de tantos años no nos debe guiar el rencor, ni el odio hacia los que cometieron esas atrocidades, necesariamente tiene que haber perdón, pero no olvido. Tiene razón nuestro Alberti, no puede haber "río del olvido, sino un mar de memoria".


En Septiembre de 1936, en Conil ejecutaron, asesinaron y des­aparecieron a once jóvenes de nuestro pueblo por defender la Constitución legítima y democrática de aquella época, la Republicana. Posiblemente nunca conozcamos quienes cometieron los crímenes, ni donde están enterrados, quizás, como versaba Benedetti:

Están en algún sitio / nube o tumba
están en algún sitio / estoy seguro
allá en el sur del alma
es posible que hayan extraviado la brújula
y hoy vaguen preguntando, preguntando
donde carajo queda el buen amor
porque vienen del odio.


Pero lo que es seguro, que sesenta y ocho años después un Ayuntamiento Democrático no se olvidó de reconocerlos a ellos y a sus familiares, con la máxima dignidad y respeto.