martes, 20 de abril de 2004

Lo público es de todos

"Esa es la raíz y la sal de la libertad: el Municipio."
(José Martí)

De los acuerdos más importantes que pueda adoptar una Corporación Municipal, es el Presupuesto Anual. En él necesariamen­te, se recogen las intenciones políticas de la mayoría de la Corporación plasmadas en euros para la ejecución de obras de inversión, de funcio­namiento y mejora de los Servicios, Patronatos y Empresas Municipales, etc. En definitiva, se recogen en el Presupuesto los ingre­sos y gastos que se presuponen van a existir durante el año.

Hace poco hemos aprobado el Presupuesto Municipal para este año, el primero de esta legislatura que supone un aumento considerable en partidas de gastos destinadas a Inversiones necesarias, a Vivienda, e Infraestructuras, a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, etc.

Más que hablar del presupuesto en sí, quisiera comentar algún aspecto relacionado con él. Las necesidades y problemas de una ciudad tienen que tener reflejo en las diferentes partidas presupuestarias, pero a veces, no ocurre así, porque las inversiones totales o parcialmente las realizan otras administraciones, por lo que se subvenciona al Ayunta­miento o realiza la obra o servicio directamente esa otra administra­ción.

En algunas ocasiones, estas actuaciones de otras administracio­nes se quiere instrumentalizar políticamente, por los adeptos de los par­tidos gobernantes en Diputación, en la Junta de Andalucía o en la Administración Central, dando a entender que el dinero es "suyo" y se les tiene que estar agradecidos de por vida por estas actuaciones.

A esta cuestión hay que hacerle las siguientes matizaciones:

Si se invierte en un municipio es porque existe una necesidad y legalmente se tiene la obligación de hacerlo porque es competencia de esa administración o porque se esta obligado a colaborar con los muni­cipios menores de 20.000 habitantes. Por otro lado, el dinero no es de ningún partido o administración, sino de todos los ciudadanos y se administra por los organismos competentes. Por lo tanto, nadie puede hacer uso partidista del dinero público.

Hoy en día, los Ayuntamientos no tenemos ni debemos mendi­gar subvenciones o actuaciones a otras administraciones, sino exigir, solicitar pedir en función de las necesidades, problemas y competen­cias de cada uno. Así como tener una visión clara de futuro, planificar las actuaciones, preparar proyectos con antelación y gestionar los dere­chos que le corresponden, buscando la cooperación con el resto de las administraciones, como bien recoge nuestra constitución y cualquier principio democrático.