Intervención sobre el atún rojo

Bruselas, 12 de septiembre de 2006

Buenas tardes, señoras y señores parlamentarios:

En primer lugar, agradecer que se me permita dirigir la palabra a este foro, para hablar de los problemas de la pesca, y en concreto del Atún Rojo y la relación con mi pueblo y otros de la costa gaditana.

Quiero empezar, informando que Conil de la Frontera, ciudad a la que represento como Alcalde, es un pueblo marinero de cerca de 20.000 habitantes situado en la Costa de la Luz gaditana, en el extremo más meridional de España y Europa.

Conil es un "brochazo blanco" sobre las hermosas playas del litoral andaluz, cuya actividad económica está basada en la pesca, agricultura, los servicios y el turismo.

El origen de Conil se debe a la pesca, y en concreto a la pesca del atún. Fenicios, Romanos, Musulmanes, pescaron frente a nuestras costas, se mezclaron con sus pobladores y crearon enclaves costeros. Calaron el arte de la pesca de la Almadraba.

Cada año, como un rito ancestral, miles de atunes inician su viaje migratorio desde el Atlántico Norte hacia el Mediterráneo, para el desove, pasando por nuestras costas hacia el Estrecho de Gibraltar.

Durante mas de tres mil años en nuestras playas se ha pescado el atún por el sistema tradicional de Almadraba, manteniéndose un, casi perfecto equilibrio ecológico. En definitiva, la historia de Conil y de muchas ciudades está ligada a lo largo de los años a las almadrabas y al atún. Restos arqueológicos, monumentos, monedas, chancas, escudos, etc. Así lo atestiguan.

Actualmente, en nuestra costa se calan cuatro almadrabas: Conil, Barbate, Zahara y Tarifa. Las almadrabas es un arte de pesca tradicional, fijo y selectivo que mantiene cerca de 500 puestos de trabajos directos y 200 indirectos en nuestro litoral.

Pero, existe una alarmante preocupación en el sector pesquero debido a la grave crisis que atraviesan las almadrabas (la mayoría de las almadrabas del Mediterráneo han desaparecido) con un descenso de capturas del atún rojo del 80 % en los últimos seis años. ¿Porqué ocurre esto?, ¿Cuáles son las razones de esta drástica reducción? Existen varias razones: El atún rojo se está convirtiendo en una especie sobre explotada llevada al límite, sobre todo por la mala gestión de las pesquerías en el Mediterráneo, lugar de cría y engorde de esta especie. Barcos de cerco que ayudados de avionetas silenciosas pes¬can miles de ejemplares para engordarlos en granjas en el mar. Existen indicadores suficientes que diagnostican la situación de sobrepesca de este Stock, desde hace ya años, y que se han hecho mas patentes en las últimas décadas, al introducirse masivamente unidades de pesca industrial, altamente tecnificada, capaces de aprovechar el comporta¬miento agregativo de esta especie en las zonas y épocas de reproducción y postreproducción, para esquilmarla. No existiendo un control real de las capturas por parte de la CE ni por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (CICAA). El aumento de las granjas de engorde, su falta de regulación y control de capturas transferidas a estas, el aumento de la capacidad de la flota de cerco para satisfacer la demanda de las nuevas granjas ha aumentado la presión sobre el stock de atunes. Según informes recientes, existe pesca ilegal y pirata en el Mediterráneo, capturándose entre un 30-40% de toneladas por encima de las cuotas asignadas por el CICAA.

Pero lo grave, y lo que más atenta contra el sistema común, es que se permita la captura del atún roto por debajo del peso y la edad de madurez sexual. A la sobreexplotación de las madres durante la época de puesta de los atunes se le añade la enorme cantidad de atunes pequeñines o juveniles capturados. Para una especie o para una población de una especie, medrar o desaparecer es, en el fondo, una cuestión de números, de contabilidad. Si se producen mas descendientes de los que mueren, la población tenderá a aumentar, pero si ocurre al revés, acabará extinguiéndose. Debido a la sobreexplotación de las madres y los juveniles, los científicos han alentado sobre la insostenibilidad de las actuales capturas de atún rojo en el mediterráneo.

Arturo Pérez Reverte, escritor español, afirma sobre las "jaulas" de engorde que "huelen a muerte y a dinero fácil". La política pesquera sobre el atún se está basando en los beneficios económicos a corto plazo más que en el mantenimiento sostenible de la pesca. ¿Cómo es posible, que los responsables de la regulación de esta pesca, no se den cuenta de lo que está ocurriendo?, Los intereses económicos están primando sobre los colectivos, teniendo vigor, en toda su extensión el refrán español que dice: "pan para hoy y hambre para mañana".

La pregunta que nos hacemos en Conil es: ¿porqué existiendo las almadrabas ha perdurado el atún a través de los siglos, siendo en los últimos 20 años cuando la población adulta ha disminuido el 80%?.

Entendemos que las almadrabas son victimas de otros sistemas de pesca insostenibles que tanto el CICAA como la UE son incapaces de controlar.

Defendamos el arte de pesca de las almadrabas por varias razones: sociales, medioambientales y culturales. La importancia social consiste en la gran cantidad de mano de obra empleada, en Conil 90 personas, y 500 aproximadamente en la zona, durante seis meses se crea empleo estable (dos meses de calamento, dos meses de pesca y dos meses de leva o de retiradas de las artes del mar).

Históricamente se ha dado trabajo a las capas más desfavorecida de la población y en otras épocas históricas fue motivo de luchas sociales del pueblo contra la nobleza y el señorío del Duque de Medina Sidonia.

Por otro lado, podemos afirmar que la pesca de la almadraba está enlazada con un desarrollo sostenible y con un buen estado del medioambiente. Antes se instalaban muchas más almadrabas pero actualmente sólo se mantienen cuatro en nuestras costas, por la limpieza y claridad de nuestras aguas, non arrojándose vertidos, ni existiendo otras clases de incidencias que impidan el paso del atún. Siendo esta una especie indicativa del buen estado del medioambiente de los mares y océanos.Es el barómetro de o termómetro de la buena calidad de las aguas del mar por donde pasa en su ruta migratoria.

La almadraba es un arte de pesca selectivo, capturando sólo ejemplares de peso considerable, 150-250 Kg de media, de 10 a 12 años de edad, pescándose una ínfima cantidad de peces con respecto ala población de paso al mediterráneo. Es un arte de pesca proporcionada, por que causa poco daño a la especie en proporción al reparto de beneficios y empleo que deja en nuestra comarca. Conil, mi ciudad, es pionera en la defensa del medioambiente, nuestros pescadores se han adelantado a las administraciones pesqueras y han fabricado y lanza¬do al mar arrecifes artificiales para impedir que barcos arrastreros ilegales destrozaran el caladero tradicional. Han exigido y controlado sus propias pesquerías: el peso del pulpo, las mallas de las redes, los periodos de pescas... tan es así, que ya en las actas de la Sociedad de Obreros Pescadores (actual Cofradía de Pescadores), de 15 de mayo 1917 los pescadores se definen así mismo como "compenetrados de la imprescindibles necesidad de impedir la destrucción de la cría de peces, puesto que estos constituirán mañana el principal, el único sostén de las numerosísimas familias que de ellas viven". Esto es lo que hace que yo esté defendiendo una cultura y una memoria histórica milenaria, que no estamos dispuestos a que se pierda. Nuestra historia está ligada a la pesca del atún. El cronista del siglo XVI Pedro Medina dijo "cosa es grande de ver", al narrar las cientos de persona trabajan¬do en la pesca, salazón y conserva del atún. Monumentos como la Chanca, declarado bien de interés etnológico por la Junta de Andalucía, nuestra gastronomía, nuestra forma de ser, así lo verifican.

Por todo lo anterior hoy me siento el portavoz de un colectivo de pescadores que siente en peligro sus puestos de trabajo y de una comarca que ve en peligro su memoria histórica y un tipo de pesca que mantiene un gran equilibrio con la naturaleza. Por lo que exigimos medidas por parte de las administraciones competentes en este asunto. Así los plenos de los ayuntamientos de Conil, Barbate, Tarifa y el Pleno de la Excma. Diputación de Cádiz, aprobaron solicitar:

- Establecimiento urgente de un Plan de Recuperación de la especie, asignando cuotas estrictamente científicas. -Establecimiento de una talla mínima biológicamente consistente, incrementándose la talla hasta los 30 Kg. que es cuan¬ do la especie alcanza la madurez sexual, y permita al atún rojo reproducirse y madurar. -Establecimiento de un sistema de observadores que permita disponer de las capturas en tiempo real para cerrar la pesque¬ría de cerco una vez alcanzada la cuota anual.
-La mejora del documento estadístico del atún rojo, para evitar los trasbordo ilegales de pescado por parte de la flota de cerco. -Las medidas coercitivas para el cumplimiento estricto de las medidas de conservación.

Estas medidas, junto con y otras, podrán hacernos ver la luz, pues el problema del atún rojo tiene solución. Pero tenemos que creer¬lo, tomarlo en serio. El mito de Casandra ilustra lo que esta pasando en este asunto y en otros que afectan a la Naturaleza y a la Biodiversidad. Casandra, princesa troyana, le fue asignado por el Dios Apolo, el dudo¬so don de adivinar el futuro pero nadie, jamás, la creería. Casandra vio de antemano lo que iba a ocurrir cuando sus compatriotas introdujeron el caballo de Troya en la ciudad, nadie le hizo caso. De las entrañas del equino saldrían luego los soldados griegos que acabaron con la ciudad.

Las advertencias de naturalistas, ecólogos, científicos, pescado¬res... sobre lo que esta pasando con el atún rojo es verdad. También esta vez Casandra tiene razón. El problema tiene solución porque, como diría Antonio Gramsci frente al pesimismo de la inteligencia siempre podremos invocar el optimismo de la voluntad. Queremos salvar el atún rojo y, además, necesitamos hacerlo.

Muchas gracias, por su atención.