lunes, 16 de octubre de 2006

Conil Solidario

"Hay quien cree que la política mancha. Solo
mancha, en realidad, la que se hace sin
principios”. (Juan Ramón Caella).



Desde que aprobamos en el Pleno del Ayuntamiento, con el visto bueno del Consejo Económico y Social, el Plan Estratégico Conil 2002-2012, hemos trabajado incansablemente en la consecución de los objetivos marcados en la Planificación Estratégica. En concreto son cuatro los objetivos que nos marcamos:

Crecer en función de los recursos y la calidad de vida, mantener el Patrimonio Natural y Cultural, crear empleo estable y de calidad, modernizar y mejorar los mecanismos de cohesión social.

No cabe duda, de que el reto de conseguir estos fines es difícil, pero importante. Para conseguir cualquiera de ellos, en primer lugar hay que conseguir múltiples objetivos intermedios. En saber priorizar estos objetivos consiste en cierta manera el buen hacer político del Equipo de Gobierno.

El cuarto objetivo, la cohesión social es fundamental para conse­guir una sociedad avanzada e igualitaria.

En los últimos años en nuestra localidad se ha producido un pro­ceso de desarrollo económico, de crecimiento que nadie puede obviar. La sucesión de cambios cuantitativos ha producido cambios cualitati­vos. El cambio de pueblo a ciudad, con una sociedad cuyos valores netamente rurales a una sociedad eminentemente urbana se esta produ­ciendo. A este Equipo de Gobierno y a la fuerza política que lo susten­ta le ha correspondido liderar esta transición. Desde una óptica de izquierdas es necesario adaptarnos y modernizar los mecanismos de cohesión social. Las nuevas circunstancias hacen que se produzcan nuevas contradicciones, desajustes en determinados valores, en las Familias, en la Escuela, en el Ayuntamiento, etc...

Por eso desde el Ayuntamiento hemos apostado por la creación de la Fundación Conil solidario, con el objetivo de trabajar en todos los temas sociales, contra todo tipo de exclusiones y a favor de la integra­ción y la atención de colectivos y personas dependientes. Su objetivo es conseguir un alto nivel de bienestar social para los ciudadanos que viven en Conil. Cuando alguien tiene hambre, no hay que darle peces, sino enseñarle a pescar, así dice el proverbio y por eso Conil Solidario tiene que ser el aparejo y el método para trabajar en los temas sociales. En la fundación participan las organizaciones locales sin animo de lucro relacionadas con la asistencia social y la dependencia y el Ayuntamiento. Su primer objetivo es la creación, de manera inmediata, de una Residencia o Centro de mayores asistidos en una parcela muni­cipal de 4.817,25 m2, con unidad residencial (90 residentes), Unidad de Estancia diurna (20 usuarios), Unidad de Estancia para enfermos de Alzheimer (20 usuarios) con comedor, sala de fisioterapia, etc.

Esta actuación, junto con otras, viviendas sociales para todos, guardería infantil municipal, Plan de eliminación de barreras arquitec­tónicas, aumento de la ayuda a domicilio, centro Especial de Empleo de Ahínco en Parcela de Roche, atención a inmigrantes etc. harán de Conil un referente en los servicios públicos sociales.

miércoles, 11 de octubre de 2006

Inmigración: en busca de una vida mejor

Hace unos días se celebraron unas jornadas sobre mujer y emigración en mi localidad. Como viene siendo habitual, desde hace varios años, el Ayuntamiento de Conil y la Asociación pro derechos humanos de Andalucía organizan jornadas que tienen como eje central el fenómeno de la inmigración. Durante varios días intentamos que surja el debate y la reflexión en torno a este tema con todos sus aspectos y complejidad. Se intenta que las conclusiones sean una guía práctica para el centenar de personas que asisten a las jornadas, en su mayoría miembros de los colectivos sociales y entidades que trabajan con personas emigrantes, difícil tarea y digna de admiración.

En este acto de inauguración, en mi calidad de alcalde dije unas breves palabras, que repito cada año:

Vivimos en un mundo complejo, globalizado, con una economía capitalista en su fase llamada neoliberal, y que acentúa y provoca grandes desigualdades en el mundo. Un sistema económico que reproduce sistemas políticos que permiten la libre circulación de capitales, pero a su vez, impiden el tránsito de personas de un país a otro.

Miles de personas en el mundo intentan diariamente huir del hambre y de la miseria hacia algún país desarrollado. Este es el contexto que siempre hay que tener en cuenta para realizar cualquier mínimo análisis sobre inmigración.

En nuestro país hemos pasado de ser emigrantes,en los años 60-70, a ser un país receptor de personas. Miles de personas en los últimos años han sido acogidas, y otros muchas intentan llegar a diario a España para buscar y conseguir una vida mejor. Nuestra provincia, por ser limítrofe con Marruecos, conoce y sirve de lugar de tránsito de estas miles de personas. Los pocos kilómetros del Estrecho de Gibraltar y nuestras costas se han convertido en la fosa de muchas personas, que han fallecido intentando llegar. El caso más dramático, la patera que naufragó en aguas de Rota, aún sin depurar las responsabilidades por esta zozobra.

Nuestros pueblos están integrando a muchos emigrantes, con ejemplos claros de convivencia y respeto.

Algunos afirman que el fenómeno de la emigración es estructural y no coyuntural. Estando de acuerdo con esta afirmación, a continuación tengo que afirmar que las medidas a tomar frente a las contradicciones y desajustes que plantea la emigración, no pueden ser coyunturales, sino estructurales. Ahora que se habla tanto de un Pacto de Estado sobre este tema, a uno le queda la duda de si lo que se quiere es un Pacto PSOE-PP para que la emigración no se utilice políticamente, y el PP no intente sacar provecho electoral removiendo las conciencias de mucha gente a la que, ante la emigración, le suben las raíces patrias y el lema fascista «España para los españoles».

Los dos grandes partidos utilizan la hipocresía en este tema, los dos han tenido sus leyes de extranjerías, los dos sus procesos de regularización y, sin embargo, la situación no ha cambiado, los sin papeles siguen llegando y viviendo en nuestro país.

Lo primero será hacer una reflexión sobre lo que está ocurriendo; un pacto no puede basarse en tomar medidas de atrincheramiento y convertir España en un búnker, imitando las políticas norteamericanas de construcción de un muro de 1000 kilómetros de longitud separando su frontera con México. Contar con los ayuntamientos, por su importante papel en la integración y en el funcionamiento de los servicios ante la nueva realidad, es fundamental en ese acuerdo y por supuesto con las organizaciones y entidades sociales que trabajan con los inmigrantes.

Pero lo más importante para tomar cualquier decisión es ponerse en el lugar del otro y conocer verdaderamente el problema. Como dice Luis García Montero: «La incomodidad de una sociedad democrática a la hora de atender la llegada de náufragos a sus costas no puede compararse con la tragedia de unos seres humanos condenados a la miseria, que necesitan abandonar sus casas y aventurarse a una navegación temeraria en busca de un sociedad en la que sobrevivir...Quizá la piedad pueda ayudarnos a comprender de qué estamos hablando al pedir medidas para solucionar el problema de la inmigración».