jueves, 7 de abril de 2005

La Pancarta

"¡Qué extraña escena describes! Y qué extraños
prisioneros. Son iguales a nosotros."
(Platón. La República)

Si introducimos las dos palabras del título en el buscador de internet Google nos saldrán sobre doscientas mil coincidencias. Y si las vas leyendo podrás comprobar que casi todas se refieren a reivindicaciones, protestas y peticiones de diferentes colectivos, que en un trozo de tela especifican y escriben sus demandas. Pero también determinados partidos, (PSOE-PP) se reprochan uno a otro, según la circunstancia o momento, que realice «política de pancarta». En realidad, ambos partidos, se reprochan la utilización de la movilización de los ciudadanos para el desgaste político del adversario. Pero, sin duda, en el fondo coinciden en mostrarse contrarios a esa forma de hacer política, pues la única que defienden, sobre todo cuando gobiernan, es la del voto cada cuatro años y que los ciudadanos no se muevan, ni discrepen, ni se movilicen. Considerar la democracia como una delegación de votos cada cuatros años es tener una visión restrictiva de esta. La vida democrática es más compleja, más interesante, más dinámica, afortunadamente. Las movilizaciones contra la guerra de IRAK, contra la catástrofe del Prestige, las huelgas generales, etc... son ejemplos claros de la viveza de la democracia. Evidentemente, antes de cualquier movilización o de utilizar cualquier pancarta existe un proceso previo de debate y concienciación. Movilizarse no debe ser gritar sino hacer un acto de reflexión y demanda de aspiraciones insatisfechas, que pueden demostrarse en jornadas electorales, manifestaciones, mítines, etc..

Viene esto a cuento de la movilización realizada hace poco tiempo en el municipio de Barbate. El Alcalde convocó al pueblo a manifestarse por una lista de agravios: «ocupación del Retín por los militares», «no acuerdo de pesca con Marruecos», «Parques Eólicos en Trafalgar», etc. Y la última cuestión de las agraviadas sería la no autorización de la Junta de Andalucía a la construcción de los hoteles en la zona de Trafalgar. No tardó un parlamentario andaluz del PSOE en criticar esta convocatoria y al Alcalde, además de titular su crítica «Cuando la Pancarta huele a podrido». O sea que según quien convoque así huele la pancarta. Mis compañeros de IU de Bar-bate, con sus propios lemas y pancartas, estuvieron en la calle junto a su pueblo. Ellos pedían y reivindican hoy más soluciones para su pueblo y menos enfrentamientos partidistas. La solución de Barbate es compleja, pero existen responsables de la crisis económica, política y social de esta localidad gaditana. El PSOE gobernó el municipio durante muchos años, ahora corresponde la responsabilidad del gobierno al PP. Ambos, por tanto, son los responsables directos de la nefasta situación de Barbate, ambos lanzan una cortina de humo sobre los verdaderos problemas de su ciudad y se dedican al partidismo más mediocre. Porque en el fondo, a los dos, lo que verdaderamente les interesa es tener y mantenerse en el poder municipal.

Esta misma situación la podríamos trasladar a otros lugares y situaciones, donde las contradicciones lleguen a tal punto, que sea necesario hacer uso de las movilizaciones, en concreto de las pancartas. Hace poco, hablando con un sindicalista, me comentaba que estaba hastiado de que ante cualquier problema provincial, todos los grupos e instituciones quisieran estar en el mismo lado de la pancarta, entonces ¿a quién se les exigen soluciones y responsabilidades?. PSOE y PP son responsables, también de la situación de la provincia.
Julio Anguita lanzó la teoría de las dos orillas, en una estaría el PSOE y el PP y en la otra IU. Muchos no lo entendieron, quizás se nos exija demostrar que no estamos en otro planeta, sino en la orilla izquierda del río en que vivimos.

lunes, 4 de abril de 2005

Democracia y política municipal

"Ruin sea, quien por ruin se tiene."
(Fernando Rojas. La Celestina)

Entiendo la política, en el sentido clásico, como la preocupación por solucionar los problemas de la "polis", de la ciudad. Sin embargo, no todos piensan de la misma manera, hay algunos que utilizan la polí­tica para conseguir sus propios intereses o bien la búsqueda del poder para perpetuarse en él, sin tener como objetivo transformar la realidad. La Democracia sitúa la soberanía en el pueblo, en los ciudadanos y ciu­dadanas, que con su voto elige y delega, en parte, su soberanía en sus representantes, para que solucionen los problemas de la sociedad. En definitiva, todos somos políticos, pero no todos son representantes públicos o cargos públicos ("políticos"). Desgraciadamente algunas personas confunden la democracia con votar cada 4 años a sus repre­sentantes, y la democracia debe ser mucho más que eso. Decía Aranguren: "La democracia no es status en el que pueda un pueblo cómodamente instalarse. Es una conquista ético-política de cada día que sólo a través de la autocrítica siempre vigilante puede mantenerse. Es más una aspiración que una posesión".

Viene esto a cuento de la utilización partidista de las Instituciones. El grupo político que hoy en día gobierna en Diputación, La Junta de Andalucía y en el Gobierno Nacional es experto en esta manera de pervertir la democracia. Es lamentable oír las quejas de Alcaldes y concejales de otros grupos políticos de cómo se les margi­na y se beneficia a Alcaldes y Ayuntamientos del PSOE. Hace poco sal­taba a la luz pública los casos del Ayuntamiento de Bornos y de Barbate, donde sus Alcaldes se quejaban amargamente de su margina­ción. Otro caso parecido es el de Puerto Real, donde, entre otros agra­vios al equipo de Gobierno de IU, se pretende a través de Ley de Acompañamiento de los Presupuestos de la Junta de Andalucía la inter­vención en el Polígono Industrial de las Aletas atentando, por supues­to, contra la Autonomía Municipal. El alcalde de Puerto Real, con razón, habla de ninguneo al Ayuntamiento y compara la Ley de Acompañamiento, con la Ley de Actuaciones Urgentes de Franco. In­dudablemente la agrupación local del PSOE hace el trabajo sucio y de Caballo de Troya de casa, una forma de hacer política, que sólo busca la toma del poder municipal a costa de lo que sea, sin importarle ni los ciudadanos ni la propia ciudad de Puerto Real. Les interesa más el par­tido que la Institución.

Esta situación o similar es extensible a otros Ayuntamientos donde no gobierna el PSOE. Ejemplo claro de ello, es que a cualquier acto o reunión, en los pueblos, incluso en actos oficiales con los Ayuntamientos donde asista algún Delegado o Consejero de la Junta o representante del Gobierno Central, ninguneando al Equipo de Gobierno y al resto de los grupos de la oposición, invitan siempre algún representante local del PSOE. No sé si en calidad de cargo público, o a la vieja usanza, como auténticos comisarios políticos.

Otro concepto que erróneamente confunden, es el de la patrimo­nialización del dinero público, cuando subvencionan o ayudan a algún Ayuntamiento de signo contrario parece que es el propio partido quien es el dueño del dinero público. La confusión de Institución y partido en el tema del dinero evidencia, una vez más, el concepto totalitario de su política. El dinero público es de todos y lo administran las Instituciones, no es de ningún partido.

Todo lo anterior muestra claramente la falta de poder municipal y de financiación adecuada de las Haciendas Locales, que permita que cualquier Ayuntamiento sea del partido que sea haga una política autó­noma, sin depender del signo político de otras Instituciones del Estado. El PSOE, y también el PP, han demostrado en reiteradas ocasiones que no quieren solucionar el problema Local, manteniendo una política clientelar y de dependencia en los temas municipales.

La democracia se construye día a día, contando con los Ayuntamientos que son las Instituciones más cercanas a los ciudada­nos.