jueves, 6 de abril de 2006

El mal del olvido

"¿Cuál será el porvenir de mi pasado?"
(José Emilio Pacheco)

Las actuales limitaciones en los servicios sociales y sociosanita­rios, afectan de manera muy especial a las personas en situación de dependencia, que en España superan los 2 millones. El peso de la aten­ción sigue siendo soportado por cientos de miles de familias, y de forma mayoritaria por las mujeres. Más del 80% de las personas cuidadoras son mujeres. La prolongación de las expectativas de vida, los avances en la asistencia sanitaria de las personas con discapacidad con­génita o sobrevenida, permiten vivir muchos años más, pero en muchos casos afectados por una situación de dependencia .

Una de las situaciones de dependencia más habituales es la de los enfermos que padecen la enfermedad del Alzheimer o mal del olvi­do. Fue descrita por el medico alemán Alois Alzheimer en 1906, de ahí su nombre. Esta enfermedad es la causa más frecuente de demencia en los ancianos, conllevando, entre otros problemas, la perdida de memo­ria. Según datos del Plan Andaluz de Alzheimer en España existe medio millón de personas con esta enfermedad, de las cuales unas 60.000 estarían en Andalucía. Un 90% viven con sus familias y apro­ximadamente un 40% son dependientes totales. En nuestra provincia, se cuenta con una cifra superior a 16.000 personas afectadas por la enfermedad.

Centrándonos, en primer lugar, en la provincia tengo que desta­car la escasez de recursos, por parte de la administración competente, para la atención y tratamiento de las personas afectadas. La Junta de Andalucía debe garantizar la atención adecuada al cien por cien de los enfermos. Actualmente, para su atención se dispone únicamente de 1.150 plazas residenciales concertadas y de estas, 65 plazas son propia­mente para alzheimer y el resto para personas que necesitan algún tipo de asistencia. A estas plazas se añaden además, las 370 que la Junta tiene concertadas en unidades de estancia diurna. El problema del Alzheimer requiere por parte de la Administración Andaluza, compe­tente en servicios sociales y salud, una sensibilidad especial, por tratar­se de una enfermedad que no solo afecta a la salud mental de las per­sonas que lo padecen, sino que trastoca considerablemente las condi­ciones de vida de los familiares que le rodean.

En Conil, también existen personas que padecen esta enferme­dad. Sus familiares han creado una asociación con el objetivo de mejo­rar la calidad de vida de los enfermos y de los familiares. Como en otros muchos pueblos y ciudades ante la incapacidad de la administra­ción competente deciden unirse, consiguiendo en primer lugar la con­cienciación de los ciudadanos, de los propios familiares y de las admi­nistraciones para enfrentarse a la enfermedad. Hay que alabar el esfuer­zo, la tenacidad y la voluntad con que cientos de familias en nuestra provincia luchan diariamente contra esta enfermedad y sus consecuen­cias en la estructura familiar. En Conil, desde el Ayuntamiento, cedi­mos un local a la asociación donde hacen talleres, se atiende e informa a enfermos y familiares, etc... pero ya este local, propiedad de la empre­sa pública Rosam, se hace pequeño.

Conscientes de que desde los Ayuntamientos de Izquierda tene­mos que trabajar por los temas sociales hemos patrocinado la creación de la Fundación Conil Solidario, con participación de colectivos y enti­dades que trabajan los temas sociales y con el objetivo de intervenir desde lo público junto al tercer sector en todos los temas sociales y de cohesión social de Conil. Nuestra tarea prioritaria es la construcción de una Residencia de Mayores pública y con sala de estancia diurna para enfermos de Alzheimer. En reuniones con la Asociación hemos mani­festado la posibilidad de la gestión de esta sala por la propia asociación, así como la cesión de un terreno para la construcción de instalaciones especificas del alzheimer.

Pero no solo con la voluntad de los familiares y con los pocos recursos que cuentan los ayuntamientos podemos mejorar la situación, es necesario y urgente que en el marco de la futura Ley de Dependencia se garantice la atención a la dependencia como un derecho subjetivo, universal e igual para todas las personas y con suficiente garantía de financiación. La atención a la dependencia debe ser una parte del Sistema Público de Servicios Sociales y una parte del Sistema Nacional de Salud. A la vez se hace necesario un nuevo Plan Andaluz para el Alzheimer con ampliación de las líneas de actuación y con más recur­sos.

Mientras tanto, animo a los familiares a seguir trabajando en la solidaridad más cercana, y como decía John Milton "seguir buscando aquello que no sabemos a través de lo que sabemos; seguir aunando la verdad con la verdad a medida que la encontramos".