martes, 15 de enero de 2002

Más de tres millones de razones

"Si a uno le dan palos de ciego, la única respuesta eficaz
es dar palos de vidente". (Mario Benedetti)


Muchos ciudadanos han tenido noticias en estos días del extraño caso de los enebros de Roche (Conil). El enebro marítimo es un arbol o arbusto propio de Mediterráneo. En Andalucía, vive en una estrecha franja costera del litoral atlántico de Huelva y Cádiz, estimándose en 24.000 el número de ejemplares. En Conil, están contabilizados 2.217 ejemplares de enebros.

Para aclarar la polémica suscitada por este arbusto declarado en peligro de extinción, es conveniente que en primer lugar hablemos del pasado, presente y futuro de su "hábitat", es decir el lugar donde vive, el sitio donde obtiene todo lo necesario para poder subsistir.

Su hábitat ha sido la zona litoral del entonces Monte Público de la Dehesa de Roche. Digo, entonces, porque actualmente no lo es. A principio de los años 60 se segregaron del Monte Público 680 hectáre­as, para posteriormente vender a las actuales Promotora y Urbanizadora Roche 189 hectáreas. Cerca de 2 millones de metros cua­drados de los bienes de propios de Monte Público fueron vendidos, siendo la mayor operación de traspaso de propiedad pública a privada en toda la historia de Conil. Posteriormente se aprobaría el Plan Especial de la Dehesa de Roche (1965), para urbanizar y explotar turís­ticamente los terrenos segregados del Monte Público. En 1977, se aprueba el Proyecto de Urbanización de lo que hoy conocemos como Urbanización Roche. De los 2 millones de metros cuadrados se le cede al Ayuntamiento una parcela de 50.000 metros cuadrados, que es la que se ha subastado. Las otras 461 hectáreas segregadas del monte, en su mayoría son públicas, propiedad de la empresa de capital cien por cien municipal ROSAM, (Roche Sociedad Anónima Municipal). Estos te­rrenos urbanizables hasta hoy, con el nuevo PGOU han sufrido una reconversión tremenda, desclasificando más de 3 millones de metros cuadrados de este suelo urbanizable y pasándolo a suelo protegido forestal y litoral. (Aquí están la mayoría de los enebros de Conil). Reparamos de esta manera, errores del pasado y buscamos un nuevo modelo de desarrollo ecológico, social y sostenible. Por esto, entre otras cosas, tenemos el derecho moral de más de 3 millones de razones para subastar públicamente la parcela de 44.300 metros cuadrados y los 1.133 millones de pesetas invertirlos para el desarrollo social y econó­mico de nuestro pueblo.

Este verano pasado, leyendo "La Naturaleza en peligro" de Miguel Delibes de Castro, comprendí algunos conceptos importantes para decifrar lo que está pasando con la destrucción de la Naturaleza:


1.- La unidad de conservación es la especie, no el indivi­duo. La especie de los enebros marítimos tiene garantiza­da su supervivencia en Conil, con el Plan de Recuperación de los Enebros.
2.- La biofilia, es un concepto ligado al amor a la natura­leza, al contemplar un paisaje sentimos que pertenecemos a él, algunos dicen que lo llevamos en los genes. La exce­siva biofilia lleva a algunos a consumir naturaleza, com­prándose parcelas en pleno monte, urbanizándolo (Urbanización de Roche, años 70), sacándole beneficios económicos, otros prefieren admirar la naturaleza, sin consumirla. Cuando ellos han consumido su parte en la urbanización, ya no quieren que nadie edifique su parcela. También se destruye un hábitat cuando se fragmenta. Si el ecosistema era el Monte Público Dehesa de Roche, en los años 60 se dividió en suelo urbano, urbanizable y protegi­do forestal. La Urbanización de Roche está en el centro litoral de este ecosistema. Nuestra propuesta de desclasi­ficar suelo lleva aparejada la de devolver a su condición primitiva más de 3 millones de m2, pasándolos de urbani­zable a protegido forestal.

3.- Dentro del movimiento de defensa de la naturaleza están los defensores de la ética de la biodiversidad y el modelo de movimiento en defensa de los animales, para los primeros la especie es más importante que los indivi­duos, y para los segundos ocurre lo contrario. Para unos está más que justificado, desde el punto de vista de la con­servación, comerciar con algunos individuos, mientras se garantice la conservación de la especie, mientras que para los otros es eticamente inadmisible. Para mí es más impor­tante conservar la especie, que conseguir un titular en un periódico a costa de algunos individuos.

4.- La conservación de la Naturaleza, debe asumirla la sociedad, sinó no es posible. Usar sin consumir Nuestro Monte, tiene un valor importante de amenidad. Vamos a ordenar los usos de Roche, con aulas de interpretación de la Naturaleza en la Casa Forestal, un Ecomuseo Marítimo en la antigua lonja del Puerto Pesquero, Albergue Juvenil en las Parcelas de Roche, Zonas de Recreo en El Colorado y Río Roche, Miradores en los acantilados, Paseos o Recorridos Peatonales, en Bicicleta, a Caballo.


Para concluir, simplemente añadir, que frente a las mentiras, la demagogia y los titulares falsos de algunos periódicos, no nos queda más remedio que contar poco a poco la verdad, y como decía la can­ción: "la verdad no es buena ni mala, es que no tiene remedio".