jueves, 3 de julio de 2003

Ardiente paciencia

DISCURSO DE INVESTIDURA (14 de Junio de 2003)
"Al amanecer, armados de una ardiente paciencia,
entraremos a las espléndidas ciudades" A. Rimbaud


Hoy es un día importante para la democracia, pues con la toma de posesión de los concejales y el alcalde, se concreta y se lleva a efec­to la voluntad popular expresada en las urnas. Agradecer, por tanto, a todos los conileños y conileñas su participación en la elección de sus representantes para los próximos cuatro años.

Con esta toma de posesión asumimos una responsabilidad y unos compromisos. La responsabilidad de ser unos representantes dignos de este pueblo y el compromiso de trabajar de la mejor manera posible para solucionar los problemas que tiene Conil.
Como alcalde de Conil, en primer lugar agradecer a todos aque­llos que han vuelto a confiar en mi y en mi grupo político.

Nuevamente adquirimos el compromiso de trabajar por Conil desde el Gobierno Municipal. Nuestro método de trabajo, volverá a ser, el diálogo y la participación ciudadana.
El pueblo ha querido con sus votos que otra vez tiremos del carro que solucione los problemas del municipio, por eso adquirimos el com­promiso de trabajar por el empleo y las infraestructuras, por la vivien­da para las personas necesitadas. El compromiso por un Conil más social y con mejores equipamientos sociales y culturales, así como, conseguir cada día más una administración municipal más ágil y más cercana al ciudadano.
Lo que nos guía es la lucha y la esperanza. Pero no hay lucha ni esperanzas solitarias. Por eso elegimos el difícil camino de la respon­sabilidad compartida con el pueblo.

En nuestro trabajo avanzaremos sin prisas, pero también sin pau­sas, a veces enfrentándonos a los que quieren volver hacia atrás y a los infatuados impacientes, pero seguiremos caminando sin descanso, con "ardiente paciencia" como decía el poeta francés Rimbaud. Por eso les digo a los hombres y mujeres de Conil: Que sólo con la ardiente paciencia, conquistaremos la espléndida ciudad que dará alegría, justi­cia y dignidad a todos los que vivimos en nuestro pueblo.