domingo, 17 de julio de 2005

El jardín de Epicuro

La palabra turismo proviene de la latina "tornus", que significa vuelta, viaje, gira, etc... El turismo se ha convertido, en las sociedades actuales, en un hábito para muchos ciudadanos y en un sector econó­mico importante para infinidad de países y ciudades. El turismo supo­ne el 11% del Producto Interior Bruto (PIB) español.

Numerosas personas, utilizan su tiempo libre para viajar y cono­cer otros lugares, olvidándose de su cotidianidad, en definitiva se busca el disfrute, el placer.

Ya hace mucho tiempo Epicuro (300 a.c.) fundó una escuela filo­sófica en Atenas. Se dice que los epicúreos se reunían en un jardín, razón por lo cual se les llamaba "los filósofos del jardín". Se dice que sobre la entrada al jardín colgaba una inscripción con las palabras: "Forastero, aquí estarás bien. Aquí el placer es el bien primero".

Con la distancia en el tiempo y en los conceptos, los millones de ciudadanos que viajan hacia lugares vacacionales o de deleite lo hacen sobre un territorio, que al final de todas las unidades administrativas que gestiona las infraestructuras o servicios del destino en la comuni­dad de acogida son los municipios. En nuestra provincia son muchas las localidades cuya actividad económica cada día más, está enfocada al turismo, absorbiendo este sector una gran parte de la población empleada. Esta actividad económica se está convirtiendo en gran medi­da en la supuesta tabla de salvación donde muchas poblaciones quieren asirse para su desarrollo económico, pues otros sectores tradicionales han sufrido importantes cambios y reconversiones que han ido perdien­do peso en la economía gaditana: industria agricultura-pesca.

Hoy en día conocemos la pretensión de instalar campos de golf, por ejemplo, en los lugares más insospechados de la geografía provin­cial, acompañados por supuesto de la consiguiente oferta inmobiliaria u hotelera. Ya algunas voces se levantan pidiendo que exista una plani­ficación y regulación de hoteles, campos de golf, urbanizaciones etc. Siendo cierto que existe una falta de planificación de este tema, como en otros, la verdad es que cuando lo comentas con algún alcalde, mani­fiesta que aquellos que en su término municipal han agotado sus posi­bilidades de crecimiento o los empresarios que han construidos sus hoteles son los que desean limitar el crecimiento pero en el término municipal del otro.

Hace falta regular el mercado turístico, por supuesto, pero teniendo en cuenta a los ayuntamientos, y primando a aquellos que han realizado esfuerzos medioambientales importantes o que su ritmo de crecimiento no haya sido explosivo y que por tanto, sea sostenible. Hace falta planificación urbanística que supere el ámbito municipal, planes de ordenación del territorio que se realicen, no en función de los partidos políticos que gobiernen los ayuntamientos, sino teniendo en cuenta los recursos naturales y las necesidades de la población, así como la autonomía municipal.

En este tema como en muchos otros, a los Ayuntamientos les pasa como al "tonto de la pandilla", que si se escapa una bofetada se la lleva él. Constantemente se critica que los ayuntamientos no controlan el urbanismo, que no planifican, etc... mientras que otras administracio­nes que si tienen las competencias (Comunidad Autónoma) se lavan las manos como Pilatos y como máximo fiscaliza a los ayuntamientos de sus adversarios políticos, ayudando a los de su partido o mirando para otro lado cuando sea descarado ayudarles.

No todos los ayuntamientos hacen la misma política urbanística, ni turística, pero si todos se mueven con el mismo marco jurídico: Ley de régimen Local, Ley del Suelo, Ley de Financiación de las Haciendas Locales, Ley de Turismo, etc., y socio-económico, por lo tanto hay pro­blemas comunes a todos por igual. Algunos municipios sufren una fuerte presión de la población asistida en determinadas épocas del año, por eso se creó la figura de Municipio turístico que regula el Decreto 158/2002, con el objeto de favorecer recursos adicionales para servi­cios municipales en atención a esa población que hay que asistir. Municipios con ingresos por 19.000 habitantes y en épocas vacaciona­les atienden a 90.000 habitantes. En nuestra provincia son varios los municipios que lo han solicitado y además reúnen los requisitos, inex­plicablemente, se ha suspendido la aplicación del Decreto hasta que se regule por otro Decreto que modifique el anterior. Otra vez, los ayun­tamientos a esperar soluciones, mientras tanto, con sus escasos recur­sos tienen que atender a la población habitual y a la visitante.

Comentaba en cierta ocasión, un político alemán, que el turismo es como el fuego, que puede servir para calentar tu casa o para incen­diarla. Creo que debe servir para satisfacer las necesidades de la pobla­ción actual y futura, creando empleo de calidad y estable, dando un uso óptimo a los recursos ambientales y respetando la autenticidad socio-cultural de los municipios anfitriones.

Quizás no sea tópico, desear que la población autóctona y los forasteros estemos bien en un "Jardín de Epicuro" del sigo XXI.

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