Discurso de investidura

Buenos días conileños, conileñas, Concejales y concejalas:
Quiero aprovechar el inicio de esta nueva legislatura para mostrar mi enorme gratitud para todas aquellas personas que confiaron en mi y en mi fuerza política, pero también quiero mostrar mi gratitud a todas aquellas personas que legítimamente confiaron en otros grupos políticos, pues entre todos hicimos del 22 de Mayo, día de las elecciones, un día grande para la democracia. Mi obligación, desde el momento que he sido nuevamente investido Alcalde, es actuar y ser el Alcalde de todos los conileños y conileñas, independientemente de la opción política que cada uno elija.

A nadie se le escapa, la difícil situación de crisis económica, con la que afrontamos esta nueva legislatura, esta situación complicada no debe impedir que afrontemos con optimismo esta nueva etapa, lanzando el mensaje claro de que es posible salir de esta situación en las mejores condiciones para el desarrollo de nuestro pueblo. Mi propósito es afrontar la realidad con valentía para transformarla, en las nuevas condiciones de crisis económica severa. Como dice Eduardo Galeano “La realidad es real porque nos invita a cambiarla y no porque nos obliga a aceptarla. Ella abre espacios de libertad y no necesariamente nos encierra en las jaulas de la fatalidad. La realidad es un desafío”. Nuestros retos y desafíos en esta nueva legislatura son, entre otros, el desarrollo económico sostenible de Conil, para crear condiciones favorables en la creación de empleo. Incentivando y coordinando a los agentes sociales para utilizar adecuadamente nuestros recursos naturales y nuestro capital territorial. Para ello es muy importante la iniciativa pública, tanto en el impulso del capital social como de las inversiones y de la mejora y consolidación de unos servicios públicos de calidad. Por otro lado es importante reforzar la cohesión social, con la mejora de los servicios sociales y la atención a aquellas familias de nuestro pueblo que en estos momentos estén pasando dificultades. La construcción de viviendas de VPO por parte de la empresa pública Rosam es imprescindible en la situación actual, así como el impulso de suelos urbanizables industriales y de ocio. Tendremos que afrontar los nuevos retos de la movilidad, con la ejecución del Plan de Movilidad Urbana Sostenible y del Plan de Ahorro y eficiencia energética, la Agenda 21, así como un nuevo Plan de Saneamiento o Plan de austeridad de la Hacienda Municipal, plan de implantación de nuevas tecnologías y atención a la ciudadanía.
Antes de terminar quisiera manifestar mi felicitación a todos los concejales, a los que hoy inician por primera vez esta andadura, como a los que repiten, pues somos los representantes legítimos de los ciudadanos, por lo que nos tenemos que sentir orgullosos, pero esto no nos debe hacer olvidar la responsabilidad que tenemos de dirigir Conil. Hoy que miles de personas están en las plazas españolas indignados por lo que esta ocurriendo en nuestro país, tenemos que ser dignos en nuestro trabajo para demostrar que la política es necesaria y tiene que servir para solucionar los problemas de los ciudadanos. El movimiento del 15 M nos debe indicar que es necesario buscar nuevas formulas de hacer política, creando nuevos mecanismos de participación ciudadana necesarios para que disfrutemos de una democracia real.

Los ciudadanos en las urnas nos ha dado un mensaje de pluralidad y de dialogo. El pueblo ha decidido que no exista mayoría absoluta, por lo que yo como Alcalde voy a liderar el consenso y el dialogo, esperando que todos los grupos politicos sean receptivos a este dialogo y hagamos de este pleno un lugar de debate pero a la vez de encuentro.

Si hace 16 años tuve la oportunidad de expresar mi alegría y mi emoción personal por alcanzar el honor y la responsabilidad de ser alcalde de Conil, déjenme decir hoy que estos sentimientos, lejos de matizarse por el efecto del tiempo y la costumbre, son más vivos que nunca.

La experiencia política y personal de estas cuatro legislaturas ha sido inigualable y ha superado cualquier expectativa que pudiera tener. Por eso mismo me sobrecoge y me honra todavía más esta quinta elección.

Sin la ingenuidad del que llega por primera vez a la Alcaldía, pero con la seguridad que da saber lo que se puede conseguir y lo que los ciudadanos esperan. Con humildad y siendo consciente de que el trabajo bien hecho se basa en mantener una línea de continuidad, de constancia y perseverancia ante las dificultades.

Siento también que ser alcalde, ser concejal de esta Corporación es un privilegio que los Conileños nos han concedido. Tenemos, gracias a ellos, la oportunidad de participar desde la primera fila en un proceso de transformación de nuestro pueblo.

Transformarse siendo fiel a sus raíces, es la fórmula que muchas ciudades han utilizado en un mundo globalizado. Nosotros tenemos esa oportunidad a nuestro alcance. Y la vamos a aprovechar.

Pero no me gustaría terminar mi intervención con estas palabras. Porque correría el riesgo de hacer aquello contra lo que advertía Italo Calvino: 'No se deben confundir las ciudades con las palabras que las describen'.

Las palabras son muy importantes para las ciudades porque son las que dan forma a sus aspiraciones. Pero de nada sirven los discursos, si no hay una política cotidiana que responda a las necesidades diarias de la gente. Una política de lo pequeño, de lo cercano, de lo que al final nos hace a todos un poco más confortable la vida de cada día.

No podemos centrar únicamente nuestra labor en los grandes proyectos, produciendo el efecto negativo de hacer pensar a muchos de nuestros vecinos que no nos ocupamos con el mismo esmero de sus problemas cotidianos: desde el estado de las aceras en su calle a la limpieza de los jardines, pasando por los alcorques o las farolas que no alumbran. Ambos cometidos no son contradictorios ni incompatibles. Hemos sido capaces y vamos a ser capaces de impulsar grandes proyectos que crearán riqueza y calidad de vida. Pero es imprescindible mimar cada metro cuadrado, de lo nuevo y de lo viejo, para que los ciudadanos no se sientan ajenos a su Ayuntamiento.

Lo importante de las ciudades y de los pueblos no son las palabras, ni siquiera los edificios, aunque sean magníficos como este rehabilitado donde estamos ahora. Lo importante son las personas, por eso voy a trabajar para que Conil sea cada día más habitable, más justa, más culta, mas igualitaria…

Decía el bueno de Antonio Machado “caminante no hay camino, se hace camino al andar… os invito a todos a encontrarnos en ese camino que nos lleva al mejor futuro para CONIL